Esta fiesta -consagrada al rey-dios celta Lug o Lugh- celebra la vitalidad del verano, la energía desplegada en ese momento, pero también la preparación que se va llevando a cabo para el invierno que no tardará en venir, teniendo en cuenta que a partir de ese momento las temperaturas empezarán a bajar. Todo ello está simbolizado por el pan: un alimento que solo se puede crear cuando se recoge lo sembrado y que puede durar bastante tiempo. No tenia una fecha fija y solía celebrarse cuando coincidía con la primera cosecha de Agosto -similar a la celebración de la Mare de Deu d’Agost- lo cual implicaba tener el granero y los establos llenos, tanto para la celebración como para hacer acopio del próximo Invierno. Como simbolizaba la abundancia, era y es una festividad alegre y próspera, donde el alimento y la bebida no falta, con abundantes comidas y ferias en claros de bosque y encrucijadas, reforzando los vínculos sociales y tribales de las comunidades.
Obviamente dentro de dichas dinámicas, se hacen negocios legales, se vende y compra comida y bienes, y se celebraban juegos, carreras de caballos, festines, cuentos y música y rituales conmemorativos, destacando los “matrimonios civiles” , -uniones que podían terminar en el siguiente Beltaine sin recriminaciones legales por ninguna de las partes si las cosas no salían bien-
Entre las actividades más remarcables que se suelen hacer en mayor o menor grado, destacaríamos…
- Hacer asambleas en lugares emblemáticos, generalmente colinas o ermitas
- Hacer pan y compartirlo
- Ir a recoger frutas del silvestres y de campo
- Danzas diversas, disfrazados de ciervos o de hombres boscosos -emulando a Cernnunos, el señor del bosque-
- Ofrendas a los dioses en ermitas y santuarios
- Concursos y pruebas de diversa índole, con predominio de las de ingenio y de carácter guerrero -precursores de los torneos y justas medievales-
- En la víspera de la festividad, sanear y limpiar la casa, hacer cruces con espino albar y/o recoger carlinas y colgarlas detrás de las casas o en la entrada, desplazando las antiguas a las habitaciones y otras estancias
- Se suelen comer frutas del tiempo y alimentos de temporada -trigo, avena, bayas, carnes, etc… – haciéndose también pasteles de avena en algunos lugares…
Así pues el Lughansa es una festividad llena de actividades sociales, reencuentros, toma de decisiones y uniones en general, con lo que el sentimiento de tribu se reforzaba también con los frutos que la naturaleza brindaba ya en la recta final de su esplendor.
