Cuando nos referimos al chamanismo – definida por el Real diccionario de la lengua española de mi país como: «conjunto de creencias y prácticas referentes a los chamanes» y a su vez chamán como «Persona a la que se supone dotada de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, a adivinar, invocar espíritus, etc…» -una definición un tanto superficial pero que lo podemos escoger como punto de partida- nuestra sociedad occidental parte de una concepción temporal en forma de línea larga que va del pasado al futuro, punto lejano e invisible en nuestro horizonte… sin embargo, la primera sorpresa que nos depara aplicar una concepción sistémica es, el hecho de que los pueblos y culturas de la antigüedad, ya tenían una concepción más vinculada al enfoque del Universo que se plantea desde estas páginas y que tendría su reflejo simbólico en la concepción del árbol como símbolo o icono.
Partiendo de esta premisa para la cultura Occidental el hecho de que el futuro sea un punto lejano y distante en el horizonte, convierte a su vez ese punto en un sitio extraño, remoto y distante que incluye la propia existencia y la de los antepasados… Sin embargo para diversos pueblos primitivos -hopis, cheyyenes, bantús, etc…- y para los pueblos de nuestro más remoto pasado -culturas y pueblos vinculadas a la cultura pre ibérica e Ibérica, celtas, etc…- el paso del tiempo no es una concepción lineal sino circular, donde el nacimiento, desarrollo, madurez, muerte y regeneración es un todo encadenado y compartido por todos los reinos de la Tierra -animal, vegetal y mineral- Este patrón se repite como la salida y puesta del Sol, los ciclos Solares y Lunares… así tenemos que en el pasado es donde residen todas las cosas que han cumplido su ciclo, estando “a fuera” y sin ser distantes. De esta forma cuando alguien moría pasaba a residir con los antepasados uniéndose a ellos en otros estados de su ser, e interactuando a la vez en el presente y el futuro con una presencia viva -no material- en la comunidad. Esta visión guarda una relación más directa con enfoques relativos a la física cuántica, que con aspectos más transcendentales; es como si planteásemos la pregunta de si la conciencia reside en nosotros o es algo multidimensional que interactúa con los seres vivos… -no todo ello se intentará abordar en otra entrada futura- pero también con los ciclos naturales, que no dejan de ser formas de contabilizar el tiempo desde un parámetro cercano a nosotros y en un contexto determinado -como por ejemplo la tradición del desove de los salmones, común en los indios norteamericanos, celtas y algunas culturas de Europa o la maduración del trigo o los frutos de la huerta y/o silvestres-
Toda esta visión nos acerca decididamente el concepto del chamanismo primitivo y del chamán como representante entre la comunidad y lo transcendental, siendo un precursor de las religiones organizadas y teniendo en la actualidad una fascinación que aumenta cada día, especialmente en los movimientos “new age” o espirituales… así encontramos diversas publicaciones y cada vez encontramos más cursos y cursillos que nos introducen al mundo del chamanismo… o al menos eso nos intentan hacer ver…La pregunta que nos lleva a formular toda esta introducción es.. qué es un chaman ?, que es el chamanismo ? Porque nos fascina tanto ?

La palabra “chaman” procede del lenguaje de los evenkis -un pequeño grupo de cazadores y pastores de renos de Siberia- utilizándose a lo largo del siglo XIX para designar a un amplio grupo de curanderos y brujos -especialmente en Norteamérica, donde gracias a la revolución “hippie” se popularizo especialmente en el futuro movimiento “New Age”, el cual lo utiliza hoy en día para designar a las personas que consideran que están en contacto con algún tipo de espíritus o de mundos alternativos- Desde la visión sistémica podríamos ampliar la denominación, incluyendo a las personas que controlan un determinado estado de trance -sin necesidad de viajes del alma- siendo por tanto una forma bastante diferente a los tradicionales médiums o poseídos….
La existencia de un chaman no puede ser sin una sociedad y una cultura que le rodeen, siendo en si no una religión como muchos pretenden demostrar sino una forma de cruce cultural entre sensibilidad, habilidades personales y práctica religiosa y/o transcendental. Así por ejemplo en todas las sociedades que conocemos hoy en día, el ideario chamánico suele formar una parte de las doctrinas y estructuras de autoridad de otras ideologías y cultos; es decir no hay una doctrina unificada -si bien tenemos estupendos indicios de haber existido algo similar en la Europa pre-romana y en el mundo céltico- no existe una “iglesia chamánica” , ni ningún libro sagrado o sacerdotes con la autoridad para decirnos que es y actuar de punto de referencia…

VISIÓN TRANSCENTAL CHAMÁNICA: LOS ESPÍRITUS Y LAS ALMAS…
Los seres humanos modifican e investigan constantemente el entorno inmediato. De esa manera nuestro Universo físico interactúa con nosotros, estando unido a un mundo de sensaciones y en un circuito de actividad continua. Para el chamán, ni nosotros, ni nuestro entorno tiene una identidad completa ni un significado, los unos sin los otros y viceversa… así nosotros, los animales, las plantas y los minerales están imbuidos de un espíritu, el cual no deja de ser a su vez la “esencia de un determinado fenómeno”. A igual que nosotros, el espíritu también tiene conciencia y una propia existencia, proporcionando una visión de unidad sin negar la identidad propia de los diferentes fenómenos.
Dentro del Universo chamánico encontramos diferentes categorías: numerosos espíritus distintos, los cuales tienen su forma, nombres y cualidades, siendo únicos y a la vez teniendo algo en común con el resto. Así por poner un ejemplo el espíritu de un ratón es pequeño y tímido, pero útil para entrar en grietas, el de un cuchillo corta, el de una cazuela contiene, etc…
La conciencia de los mismos puede introducirse en la conciencia humana. Se suele creer que el alma del ser humano se convierte en espíritu cuando muere y que los seres humanos muertos pueden convertirse en espíritus antepasados o en parte de otro espíritu más grande. Al mismo tiempo el alma puede ser imagen del cuerpo donde reside, pudiendo abandonar el cuerpo donde reside. No obstante no es una única alma, sino que hay varias y que alguna de ellas tiene una función muy especial, como es el representar el nombre de la persona que se transmite de un ser viviente, al que lo lleva después y viceversa…

NIVELES DEL UNIVERSO
La actividad de los chamanes se basa en la concepción espacial que tienen y aunque el cotidiano este impregnado de espíritus de todas clases, hay también otros mundos distintos a los que viajar. Aceptando desde su visión la existencia de espíritus, estos existen en un mundo diferente al nuestro y salen de él para afectar a nuestra salud y a nuestra forma de suministrarnos alimentación y bienes para la auto realización; entonces es cuando debemos asumir que existe una perturbación y alguien debe viajar al mundo de los espíritus para convencerles que actúen de forma diferente.
Al observar a los espíritus como esencia de las cosas -especialmente del entorno natural- vemos que nuestro mundo no está geográficamente desplazado, ocupando el espacio a la vez que el del mundo de los espíritus y accesible en algunos momentos determinados, expresando a su vez el espacio diferencia y separación, pero posibilidad de una nueva reunión mediante la figura del viaje chamánico. Así tenemos que el hueco que hay en el espacio representa la diferencia de ser y a su vez también puede reflejar la inferioridad moral de los seres humanos ante la naturaleza, los cuales viven en una existencia degradada y separada de lo considerado un mundo divino -o cercano a dicho concepto- Mediante este punto de vista el chamán realiza una búsqueda similar a otros sistemas religiosos o míticos -como por ejemplo la búsqueda del Santo Grial, transmitido mediante la mitología céltica y con un gran paralelismo el concepto chamánico que estamos estudiando en estas páginas-
El mundo de los espíritus no tiene siempre que localizarse en otros niveles cosmológicos; a veces se encuentra en nuestro mundo, consistiendo la función del chamán en “volar” hasta lugares conocidos del paisaje familiar… no obstante incluso en este caso la condición del otro mundo esta subrayada por la imposibilidad física o las prohibiciones explicitas del lugar -como por ejemplo un bosque sagrado o una cueva que inspire temor- La técnica fundamental del chamán consiste en viajar a ese mundo en un estado de trance controlado, por tanto no deja de ser una topografía mental, con sus determinados mapas mentales y su colocación a un diagrama de espacio atemporal y cósmico.

LOS NIVELES DE LA REALIDAD DEL CHAMÁN
Cualquiera que sea el modo que un determinado pueblo o cultura conciba y experimente en su entorno cotidiano, según el chamanismo la dimensión de los espíritus está permanentemente presente y a la vez oculta. Esta ocultación no expresa una apariencia de tipo superficial de las cosas, sino su verdadera naturaleza interna… de este modo para una cultura chamánica hay más que la realidad, especialmente en su aspecto consciente que ve el ojo y capta el resto de los sentidos.

La diferencia se expresa entre el mundo de las esencias y nuestro mundo habitual de fenómenos i impresiones. De echo el otro mundo es una inversión o paranoia del nuestro -por ejemplo el reino de la hadas o el reino de Annwm en la mitología céltica- El mundo de los espíritus también contiene y expresa las verdaderas causas de las cosas que ocurren en nuestro mundo, es decir la unión entre los “dos reinos” es tan intensa que los acontecimientos de un mundo tienen repercusión en el otro -como las tradiciones vinculadas al reino de las hadas y los duendes- Así el chamán se mueve libremente entre los dos mundos y es también un modo de decir que él/ella puede percibir la otra realidad y entender cómo afecta a nuestra realidad.
EL CONCEPTO DE PODER CHAMÁNICO
El chamanismo implica tanto la comprensión del mundo como el hecho de poder actuar sobre él -es decir como el concepto de héroe/ína céltica, el cuál adquiere la definición de una persona que tiene conciencia de si misma y de lo que la comunidad y/o las circunstancias requieren del mism@ – El chamán tiene que procurar saber cómo funciona el mundo a fin de que los procesos que gobiernan la vida y la naturaleza actúen en beneficio de la comunidad. El espíritu es algo más y diferenciado de la conciencia y como es capaz de hacer que sucedan cosas en este mundo, es una forma de poder…. ese es el trabajo esencial del chamán, dominar ese poder… así cuando los chamanes negocian con este poder ello no solo les permite hacer que las cosas ocurran, sino que pueden “convertirse en animales” -o ver desde la percepción del mismo, para tener otra visión diferente del cotidiano-

El poder espiritual que emana del mundo natural debe actuar junto con el poder de mando, el poder militar e incluso el poder de comprar, aunque se hable en idiomas diferentes y no utilizar las mismas palabras para definir determinadas cosas o ideas, se perciben analogías entre las mismas tal como hemos visto desde una visión sistémica. El poder chamánico depende en gran medida de la capacidad de trance y su capacidad de controlarlo, a diferencia de un/a médium que es una forma de posesión controlada por los propios espíritus, los cuales controlan la situación. Este poder se deriva de los espíritus y puede residir en objetos determinados, canciones o determinadas acciones y/o rituales -como golpear el tambor entre los indios norteamericanos- No obstante el poder de los espíritus sigue siendo evasivo y siempre está en parte fuera del chamán, YA hay que adquirirlo de una manera difícil y dolorosa y siempre se puede perder muy fácilmente…
