La manipulación medioambiental del Consistorio de Barcelona y la AMB

El presente artículo es bastante largo y viene motivado por la necesidad de ALERTAR Y DENUNCIAR PÚBLICAMENTE la praxis determinados poderes locales fácticos, vinculados a determinadas iniciativas y/o formaciones políticas, que en teoría  -desde la más pura teórica son formaciones de «izquierda»- deberían velar por las personas en general  y en cambio mediante una iniciativa «medioambiental» , no solo vulneran los derechos fundamentales de parte de sus ciudadanos, sino que  con toda una parafernalia mesiánica enmascaran suculentos negocios, fomentando a su vez  la división entre ciudadanos ricos y pobres…  Vamos que ni el peor de los dictadores se le habría ocurrido utilizar dicha fórmula en su propio beneficio…

Personalmente y desde la perspectiva del respeto a otras formas de pensar, -la cual intento divulgar desde la página- no es mi finalidad decantarme o influir en aspectos de carácter político o de «colores» determinados…. pero otra cosa es que un determinado grupo de personas, aprovechándose de una determinada formación política supuestamente a fin y cercana al conjunto de la ciudadanía, se intenten aprovechar de ello para imponer su tiranía propia, con la excusa de la protección de la salud y el medioambiente….

Hablo concretamente de la futura prohibición de circulación de los vehículos de más de 20 años, por gran parte de la ciudad de Barcelona y de los municipios adyacentes que integran la comarca del Barcelonès. Todo ello se debe a que el Ayuntamiento de BARCELONA y AMB, con el beneplácito de la GENERALITAT DE CATALUNYA quieren implantar una “Zona de Protección del Medio Ambiente” de 90km2 para preservar de las emisiones contaminantes el aire de Barcelona y de 40 municipios -Ambit40-.  Mediante dicha medida se pretende renovar la calidad del aire contaminado en la ciudad y alrededores y al mismo tiempo «concienciar» de la utilización de medios alternativos de transporte -principalmente bicicletas y vehículos eléctricos- y potenciar el transporte público.

Para empezar y antes de entrar en más detalles, cabe tener en cuenta que estamos hablando de una flota de no más de 60.000 vehículos -si bien este dato varia, dado que algunos estudios lo elevan a 106.000 vehículos– Con los datos del 2018 vemos que el conjunto de vehículos motorizados  es de 926.343 en el caso de Barcelona ciudad y de 1.248.471 en la comarca del Barcelonès, lo que representaría el en el primer caso -60.000 vehículos- el 6’48% y el 11’44% respectivamente del total de la flota, mientras que el segundo caso -106.000 vehículos- nos daría un porcentaje del 11’44 y 8’49% respectivamente…. La pregunta es: realmente dicho número de vehículos contribuye a tener una tasa tan alta de contaminación? Simplemente tenemos que tener en cuenta la ficha de ITV de dichos vehículos…. En la misma se refleja las emisiones de CO2 i NO2 -este último en los motores diesel-  Si comparamos dichos valores, con los valores que nos facilita el comparador de la web del IDAE – Instituto para la Diversificación de la Energía, dependiente del Ministerio de Transición Energética del Gobierno de España – el cuál analiza las emisiones de CO2 i NO2 de los vehículos actualmente comercializados – vemos que curiosamente la mayor parte de los vehículos que se encuentran en el mercado, emiten mayores proporciones. Como puede ser eso ? Porque de forma lógica, siempre ha existido el logaritmo de a mayor potencia, mayor emisión y proporcionalmente mayor su precio de comercialización,  por tanto,  cuando tienen una antigüedad determinada son los que son reemplazados más rápidamente -dado el mayor poder adquisitivo de sus compradores-

PARQUE DE VEHÍCULOS 2018
	Barcelona	Barcelonès	Catalunya
Turismos	560.632	784.699	3.257.529
Motocicletas	247.590	300.060	834.704
Vehículos Industriales	100.117	139.002	789.515
Otros	18.004	24.110	163.812
TOTAL	926.343	1.248.471	5.315.560

Fuente: Idescat

Conclusión:  Las personas que tienen vehículos de mas de 20 años, son personas que mayoritariamente su poder adquisitivo NO LES PERMITE RENOVARSE EL VEHÍCULO. Además,  el AFECTADO no es el vehículo en si, sino la persona que necesita de ese vehículo para circular libremente cuando y por donde quiera, como lo hace cualquier otro ciudadano y que además es doblemente afectado porque también respira la contaminación del resto de vehículos que si tienen permitida la circulación. Incluso el triple de afectado económicamente, pues pagamos los mismos impuestos o más -indiferentemente que se le permita la circulación, siendo un ROBO EN TODA REGLA- y además se le OBLIGA A UTILIZAR LOS VEHÍCULOS QUE EL CONSISTORIO DECIDE, especialmente a usar el transporte público el cuál lejos de ser una solución como lo es en la mayor parte de las ciudades europeas, no es nada económico ni eficiente en Barcelona y alrededores, privando el beneficio económico de los gestores en detrimento de la seguridad, el tiempo medio de desplazamiento, la comodidad y el hacinamiento que se experimenta en determinados recorridos.

Recordemos que además entra en juego la Legislación Española y concretamente el ARTÍCULO 19 DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, que dice así … «Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional«.

Luego si una normativa municipal esta entrando en conflicto con la carta magna del país, siendo la misma el máximo ordenamiento jurídico español… Porque se está aplicando? Porque  el estado no interviene, ya sea mediante la Comunidad Autònoma o directamente en favor de los ciudadanos afectados?

En gran medida la respuesta la tenemos en una doble vertiente: por un lado en los acontecimientos geopolíticos y políticos locales que esta vivendo el país en los últimos años, lo que provoca una debilidad institucional y que toda una serie de «personajes» sin ninguna ética ni competencias profesionales, sean los gestores de aspectos tan transcendentales como el que nos ocupa, mientras que por otro lado la interpretación al pie de la letra del sistema de distintivos ambientales aplicados por la DGT – Dirección General de Tráfico, que depende del Ministerio del Interior del Gobierno de España-

A propósito de este último punto y en relación con la falta de competencias del personal técnico y político que determina las acciones ha realizar… El sistema de distintivos medioambientales es de lo más ridículo. Se basa en la antigüedad de la matricula para decidir quién contamina y quién no… Así por ejemplo un Citroén 2CV6, con un motor de gasolina  de 602 cm3 y 29 CV de potencia, matriculado en 1970, contamina mucho más que un vehículo tipo «Crossover» con un motor de gasolina tipo 1.5 de 150CV, matriculado en el 2018. En el fondo ello es fruto de cuatro administraciones que en más de una década que se les pidió desde la UE la reducción de emisiones contaminantes, han sido incapaces de idear un sistema de mediación y control de emisiones de cada vehículo. A todo ello hay que sumar consistorios como el de Barcelona, que de forma salomónica deciden que vehículo contamina y quién no, beneficiando a las grandes empresas de automoción y indústrias afines…. Inutilidad por parte de gestores inútiles o intereses de los mismos en favorecer a dicha industria? Juzgar vosotros mismos…

En el colmo del abuso al ciudadano, el consistorio de Barcelona decreta zonas de exclusión, en donde CUALQUIER VEHÍCULO A MOTOR EXCLUIDO PUEDE CIRCULAR…

Si veis el mapa adjunto, esas zonas concuerdan con el Puerto de Barcelona -en donde industrias automovilísticas tienen sus centros de distribución, a igual que otras industrias -la zona residencial situada en Vallvidrera y las Planas -generalmente de alto poder adquisitivo, situada en el mismo Parque Natural de Collserola-  y parodójicamente, con los cinturones que atraviesan la ciudad -gran parte de su recorrido es abierto y … oooh !!! allí parece ser que no se contamina– 

No obstante, los problemas de contaminación en la ciudad de Barcelona son una realidad y si la flota de vehículos a motor de más de 20 años no es la responsable como hemos visto,  de donde salen las altísimas cuotas de emisiones de CO2, NOx y SOx que se detectan en la ciudad, junto con la subida de la temperatura media con respecto a anteriores años ?  La respuesta tiene dos vertientes vinculadas: Cruceros turísticos y turismo de masas de escasa calidad.

Que es un Crucero Turístico ? Es una actividad turística que mediante el alojamiento y desplazamiento en barcos de mediano y gran tonelaje, ofrece variedad de servicios turísticos, al tiempo que el propio viaje de placer constituye el servicio principal.  Dicho esto, tenemos que tener presente que el desplazamiento del tonelaje de dichas embarcaciones supone la tenencia de unos motores de gran potencia y el consumo de grandes cantidades de combustible.  A fin de abaratar costes y que sea un reclamo que amortice los costes en cada viaje, dichos barcos utilizan un combustible denominado «Heavy Fuel Oil» -HFO- el cuál es el resultado del remanente del proceso de destilación del petróleo, con la consistencia del alquitrán y que en su composición cuenta con Aceites,  Nitrógeno y aproximadamente un 3 % de Azufre. Cabe añadir que actualmente esta prohibida la circulación de barcos con este combustible por aguas polares, por parte del Código Internacional de la Organización Marítima Internacional -OMI- debido precisamente a su alto contenido contaminante. Un informe publicado recientemente por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, advierte que el nivel de Óxido de Nitrogeno -NOx- y Óxido de Azufre -SOx- generados por los cruceros turísticos en las principales ciudades portuarias Europeas, es tan elevado que logra sobrepasar el de todos los automóviles de esas ciudades en un año.

De hecho en la infografía adjunta, podemos ver como Barcelona ocupa el ranking de emisiones por parte de dichas embarcaciones, las cuales expulsaron 32.838 kg de emisiones de SOx en 2018, mientras que el total emitido por todos los autos de la ciudad solo alcanzó solo los 6.812 kg

Además el total de embarcaciones de esta clase que han atracado en Barcelona durante el 2018, ha sido de 867 con un pasaje de 3.042.000 turistas  -la ciudad de Barcelona en el mismo período tenía 1.620.343 habitantes censados, en un territorio de 102,15 Km2- y que principalmente son propiedad de dos compañías mayoritarias, las cuales según un estudio de la organización «Transport & Environment» la mayor de ellas emite 10 veces más SOx que todo los 260 millones de autos de Europa en un año.

Con respecto el turismo de masas, de entrada es que es una fuente importante generadora de capital y empleo – el 11’7 del PIB y el 12’8%  para el estado Español, especialmente durante el 2018;  por tanto en ciudades como Barcelona tiene una importancia capital como generador de riqueza… ahora bien ese turismo de masas vinculado a opciones turísticas insostenibles,  -como la que hemos analizado- genera una riqueza que no es repartida por igual entre la ciudadanía y que repercute en los bienes y servicios del consistorio. Para ello hay que coger el único dato significativo del turismo y es su gasto medio por día y estancia y su evolución a lo largo de los años. Para ello solo tenemos que ver la gráfica siguiente correspondiente al gasto medio del turista por día, elaborada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo  del Gobierno de España-

… en ella se vemos que el gasto en euros corrientes -línea azul- va mostrando una subida continuada y significativa a partir del 2015, pero sin embargo la evolución en euros constantes -línea roja- no evoluciona del mismo modo. Así  mientras  en el período  2003-2015 el gasto medio en euros corrientes se sitúa en un 79’7% -media anual del 5’3%- en el mismo período el gasto medio en euros constantes se sitúa en un 30’3% -media anual del 2’0%- o lo que es lo mismo, el gasto medio anual es del 0’4% . Por otro lado aumenta de forma arrolladora la entrada media de turistas -especialmente en Barcelona, con 9.000.000 de visitantes- Consecuencias: el modelo turístico local fomenta el  aumento significativo de turistas, pero en términos reales con un gasto real medio menor cada año que pasa y con un turismo de escasa calidad que contamina, deteriora, crea serios problemas de movibilidad, gentrificación y salud ambiental -ruidos, hacinamiento, conflictos, etc…- en los barrios de la ciudad.  Además, con un fuerte impacto medioambiental no solo en el entorno urbano de proximidad, sino en el entorno rural cercano y un sobre coste para el bolsillo del ciudadano, al aumentar los costes de mantenimiento de ese entorno.

A la vista de los hechos expuestos y contrastados, solo cabe preguntarse cómo hemos llegado a ello y que podemos hacer al respecto….  En relación a la primera pregunta, solamente nos queda hacer una reflexión personal y  ver en que nos hemos equivocado al aupar auténticos «trepas» y  personas llenas de excentridades, las cuales  adoleciendo de ética ciudadana y  carisma, han ocupado las más a altas esferas de gobierno de la ciudad… en cambio a la segunda pregunta la respuesta es REBELARSE… Rebelarse, tal como habían hechos nuestros ancestros contra una pérdida de nuestros derechos elementales, indiferentemente que dicha medida nos afecte o no, porque si algo ha demostrado la historia de la ciudad de Barcelona, es que cuando ha habido una unión de las diferentes capas sociales ciudadanas en contra de una injusticia determinada, esta ha acabado venciendo a la injusticia y tiranía. REBELARSE porque hoy son las personas con menor poder adquisitivo las afectadas por su movilidad, pero quién sabe si mañana se determinará el cobro de un impuesto por respirar a cada ciudadano… Puede parecer absurdo, pero hace 15 años una medida como esta habría sido contemplada como algo de un «show» humorístico…

Una última puntualización: cuando digo REBELARSE, no me refiero salir a la calle armados de palos y piedras y levantar una barricada, o ocupar a sangre y fuego el edificio del consistorio -vamos, eso sería la última de las alternativas, a pesar de que en el pasado hubieron precedentes de esta índole y dentro de su contexto fueron lícitos- sino en obligar al consistorio mediante las formulas de convivencia ciudadana, a derogar la medida y pedir la dimisión total del gobierno local. Igualmente existen diversas formulas a título individual que están a nuestro alcance y que obligan al consistorio a tratarnos acorde a la igualdad de las personas -por ejemplo pedir un certificado de emisiones al fabricante del coche matriculado y la posterior modificación de la tarjeta técnica del vehículo, ante la autoridad competente- Hay que recordar que la soberanía emana de nosotros mismos y que el sistema político es formulado mediante una democracia representativa por partidos políticos, lo cual no es una democracia real. Además, contrariamente a lo que nos quieren hacer creer, las consecuencias del cambio climático -a todas luces una realidad- no es culpa directa de nosotros, sino de políticas determinadas vinculadas a determinada producción de determinados países -por ejemplo China, que encabeza muy por encima de la UE las emisiones de CO2, NOx i SOx aumentando exponencialmente desde el año 2003- y que para determinar la huella humana con respecto el cambio climático se utiliza como referencia el CO2, -que por otro lado su presencia en la atmósfera fue mucho mayor en el pasado del planeta- en cambio no se mide el vapor de agua presente en la atmósfera con respecto al efecto invernadero -el cuál se ha duplicado desde 1950-

Aunque la lucha contra en cambio climático es responsabilidad de todos, no dejemos que se aprovechen y nos culpabilicen de ello, los que solo se representan a si mismos o a sus intereses…