Reminiscencias célticas en Osona (Barcelona)… I parte

La comarca d’ Osona es una comarca de Cataluña (España) situada entre la Catalunya Central y el  Alto Ter y ocupando una extensión de 1245, 2 km², repartidos entre las provincias de Barcelona y Girona. Su capital es Vic con 45040 habitantes, teniendo a su vez la comarca 50 municipios y unas características orográficas especiales…

En el centro y  rodeada de montañas se encuentra la Plana de Vic;  cuenca de erosión que forma parte de la depresión Central Catalana,  atravesada en su mitad Norte por el río Ter y en su mitad sur por el río Congost.  El río Ter entra en la comarca por el Noroeste, separando el Llusanés de las sierras de Bellmunt y Curull que se extienden hacia el Este y marcan el límite Septentrional de la Plana. Estas montañas forman parte, por un lado de la parte meridional de las montañas prepirenaicas y  por el otro, son el límite Noroccidental de la cordillera Transversal   -que se extiende hacia el este por la sierra de Cabrera , el Collsacabra y las Guilleries –

 

En el centro de la Plana de Vic, el Ter se desvía hacia el Este y abandona la comarca por una profunda garganta que separa el Collsacabra  -al Norte-  de las Guilleries   -al Sur-. El relieve en cuesta que cierra la Plana por el Este – cordillera Transversal- acaba en altos acantilados que rodean el embalse de Sau   -construido para retener las aguas del Ter – que está rodeado en esta zona por una serie de importantes escarpes: El Grau y Tavertet  por el Norte, Vilanova y el El Far  -832 mts-  por el Sur -con precipicios de hasta 500 mts de altura-

El macizo del Montseny cierra la comarca por el Sur. Al Sudoeste, la comarca se alarga hacia el Vallès Oriental por el valle del río Congost , llegando a los escarpes o «Cingles de Bertí«; mientras al Este del valle se encuentra el macizo de Montseny, al Oeste se encuentran los escarpes que dan lugar al altiplano del Moianés, que en esta zona bordean los 1000 mts de altitud.

Por el Oeste se eleva en un altiplano conocido como «Llusanes»  el cual es atravesado de norte a sur por la riera Gavarresa . Es un altiplano profundamente fracturado cuyos pueblos más importantes se encuentran a 200 o 300 mts por encima de Vic, extendiéndose hacia el Norte hasta chocar con el Pre-Pirineo. En el tramo Septentrional y al Norte de la Plana de Vic, confluye con el rio Ter en una garganta que cierra el paso de dicha comarca, entre el macizo citado y la Sierra de Bellmunt.

Hay indicios de poblamiento de la comarca que se remontan al final del Paleolítico e inicio del Neolitico, con diferentes estaciones arqueológicas, destacando la fuerte presencia de elementos de la cultura dolménica y posteriormente enterramientos de la denominada «cultura de campo de urnas» lo que es indicio de presencia de elementos protocélticos. Sin embargo antes de la romanización, el territorio fue la patria de los «Ausetanos» -antepasados de los actuales «Osonencs«- que a pesar de que históricamente se les asigna un origen ibérico, parece ser que fue fruto del mestizaje entre pueblos de origen Aquitano ya asentados y otros elementos, como por ejemplo los vecinos Bergitanos -de la actual comarca del Berguedà y con una clara raíz etimológica céltica- los Castelanos en el Norte -que muchos autores indican que era el mismo pueblo que los Ceretanos y estos a su vez, con muchos indicios de haber sido un grupo escindido de los Volscos célticos del Languedoc y mestizados con poblaciones montañesas autóctonas- y por el Sur los Laietanos y los Indigetes, tribus con un fuerte componente ibero que además, por su presencia costera mantenían una aculturización de otros pueblos del mediterráneo  -especialmente griegos y posteriormente romanos-

Desde la perspectiva arqueológica siempre se ha buscado  el estudio de los restos materiales y su datación mediante diversas técnicas -como por ejemplo la estratigrafía-; pero  esta dimensión a ido experimentando una evolución, a medida que la arqueología se volvía una ciencia de carácter más multidisciplinar; por lo que las teorías de un origen ibérico de los ausetanos -hasta la fecha irrefutables- carecen de sentido y abriendo la puerta más bien a la presencia de un mestizaje racial y cultural.

Para ello, en estas líneas defiendo la hipótesis de que dicha comarca experimento la presencia de diversos elementos célticos, los cuales aprovechando las ancestrales rutas comerciales pirenaicas entraron en el territorio, asentándose en el mismo y dejando una impronta cultural mediante procesos de mestizaje. Para ello me baso en los siguientes puntos…

• Toponimia: Al Norte y concretamente dentro de las Sierras de Bellmunt i Curull, en la subcomarca denominada «Bisaura» existe el pueblo de Vidrà. «Vidrà» y/o «Vedrà» es una palabra  de origen protocéltico, compuesta de los vocablos  proto celtico & germanicos «widd» -o witt– y «drus«. «Witt» significa «sabio» y «drus» «bosque». «Widrus» –vedrus, wedra– fue un término céltico usado para referirse a los hoy llamados druidas. Tras las invasión romanas   al encontrarse los legionarios con estos hombres ataviados con su túnica y el cayado que reflejaba su autoridad, los tomaron por ancianos. El término «vedra» eventualmente fue adoptado y llevado a Roma, convirtiéndose en el latin «vetera«, connotador de ancianidad o antigüedad. La mayor parte de autores sostienen la teoría decimonónica que el nombre del pueblo, originalmente hace referencia a «veteranus o vetera«, como lugar donde se asentó uno o varios veteranos de las legiones romanas, una vez finalizado y premiado por Roma por los servicios prestados; pero al margen de que precisamente no son unas tierras atractivas para todo veterano de las legiones  -los cuales tenían preferencia por tierras del ámbito mediterráneo, mucho más fértiles y de clima más agradable, además de gozar de mejores comunicaciones-  esa afirmación se basa en que habla de un castro «Vetera» -volvemos otra vez a «vetera«- que, aparte de estar en Germania, no nos aclara nada acerca de la etimología de «Es Vedrá  y/o Vidrà«. Por otro lado, el adjetivo «veterarius» , que significa «añejo«, «de época vieja«, presenta dos inconvenientes: El primero: puestos a hablar de aplicaciones «veterarius» se aplicaba a vinos: – cito a Séneca que habla de «veteraria vina» para mencionar los vinos añejos  en este sentido se halla el significado de «veterarium» como «bodega, cueva o despensa para los vinos añejos«-.  Además, el sufijo latino –arius (masc.),-aria (fem.),-arium (neutro), que formaba sustantivos o adjetivos derivados a partir de otros sustantivos indicando relación: ferrum -» ferro» «hierro«- > ferrarius – «ferrer» «herrero«-, toma en latín vulgar las formas –arium y ariam- que en castellano dan respectivamente –ero y era– y en catalán –er y era: –ferrarium > cast. herrero / cat. ferrer –   De manera que el adjetivo «veterarius» que se hubiera dado en catalán, siguiendo las leyes de evolución fonética del latín a esta lengua romance, hubiera sido el  masculino «Vedrer» y el  femenino «Vedrera»  pero nunca «Vedrá» y/o «Vidrà«.  En cuanto al significado de «Vedrá» y/o «Vidrà» nos daría un significado de «viejo» o «antiguo» haciendo referencia a antiguos asentamientos en el lugar o siguiendo el origen protocéltico & germánico, equiparando antiguo con ancianidad y por tanto sabiduría, como expresión de un lugar sagrado o de conocimiento.

 

• Tito LIvio: Este cronista romano cita que la tribu de los Ausetanos se sublevo contra Roma en el invierno del 21 a.C. Durante el sitio de la capital -Ausa, la actual Vic- la nieve alcanzo una profundidad de más de 1 metro, por lo que tras 30 días de asedio y especialmente por la acumulación de nieve y el frío, la ciudad cayo y su caudillo debió de huir. Su nombre era «Amusico«, nombre de clara reminiscencia céltica -el sufijo «Am» lo encontramos en nombres propios célticos o celtiberos, como por ejemplo «Ambón» , caudillo céltico de Numancia, en Soria-