Desde la más remota antigüedad y con carácter común en todos los pueblos prerromanos de Europa Occidental, el agua ha sido la puerta de entrada hacia el más allá… el otro reino… la tierra de los dios@s y del verano eterno…. Existen infinidad de leyendas y mitos que a su vez son fruto de anteriores mitos y leyendas, donde el agua ocupa un elemento importante como puerta de acceso a ese otro mundo, especialmente donde las aguas se cruzan con la tierra…
En dichos terrenos encontramos la existencia tradicional de que dichos lugares se manifiesta la magia más arcaica -rompiendo nuestras barreras del tiempo y del espacio y comunicando ambos mundos, aunque sea de forma temporal- Lo cierto es que en dichos lugares y con un poco de sensibilidad por nuestra parte, podemos sentir en unos momentos determinados la presencia de «algo» que nos hace recordar la existencia de un «numen» invisible, anterior a los panteones de las civilizaciones prerromanas y que en cierta manera sigue estando ahí, interrelacionando con la parte más ancestral de nuestra psique. Son lugares donde todavía encontramos restos arqueológicos correspondientes a ofrendas votivas -algunas se remontan al paleolítico- o realizar conjuros y maldiciones, los cuales nos consta que se han practicado hasta épocas muy recientes.
«Els Aiguamolls de la Moixina» -marismas o humedales de la Moixina- se encuentran en una antigua zona lacustre en proceso de desecación, tocando prácticamente la ciudad de Olot – Provincia de Girona en Catalunya, España- y dentro del conjunto del actual Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Como hemos dicho las mismas son producto del proceso de desecación natural de una antigua zona lacustre, donde las aguas subterráneas afloran durante todo el año, principalmente en la zona cercana de la Font de la Deu -Fuente del manantial- A pesar de que orográficamente podemos contemplar toda lo que fue esa cuenca lacustre -que se extendía por la vecina plana d’ en Bas, hasta el vecindario de «la Poca Farina» – la poca harina- en tierras de la «Fageda d’ en Jordà» -Hayedo de Jordà-. El acceso es muy fácil; debemos ir hasta la rotonda donde se cruzan la calle de la Deu, con la Avinguda Sant Jordi en Olot, seguir por la misma unos 100 metros hasta ver un arco de asfalto en un descampado -un antiguo autocine- Desde allí internarnos pro el primer camino que va hacia los campos y que pasando por la ermita de la Salut, nos lleva hasta el paraje -está perfectamente señalizado-

A pesar de que no hay constancia de grandes hallazgos arqueológicos, existen infinidad de tradiciones que rememoran el encuentro de espadas antiguas en sus aguas -algunas de ellas con los atributos propios de la «excalibur» arturiana- o bien monedas y joyas diversas con símbolos “antiguos» que se les presupone con poderes mágicos, acercándonos a la vez a las tradiciones célticas paganas con respecto al ofrecimiento de ofrendas a las divinidades de las aguas y del otro mundo.

Contiguo al mismo y como complemento de una bonita excursión -a efectos prácticos- encontramos la «Fageda d’ en Jordà» el cual ya hemos citado anteriormente. Es un precioso hayedo fruto del microclima local -que es el mismo que existía al final de la última era glacial, siendo este de carácter atlántico en esta zona- mucho más húmedo y por tanto con mayores precipitaciones… El lugar, a pesar de que es un reclamo turístico de primer orden, respira una atmosfera especial sobre todo en las tardes de Otoño y a pesar de que como en toda la zona los encuentros y situaciones «extrañas» no se hacen público -quedando relegado a núcleos sociales y familiares muy estrechos- Al parecer ser es un lugar donde se dan avistamientos de seres propios del legendario y imaginario local.

Continuando en dirección NE entraremos en el conjunto orográfico que forman «els Volcans d’ Olot” -los volcanes de Olot- algunos de ellos en actividad hace tan solo 30.000 años. Como podemos ver en el mismo espacio se conjuga agua, fuego y tierra, dándole una dimensión «mágica» sin precedentes, la cuál es difícil describirla con palabras por lo que invito a los lectores que puedan desplazarse a dicho lugar, experimentar esas sensaciones, especialmente en las tardes otoñales y fuera de fines de semana -porque apenas hay personas deambulando por dicho espacio-
Situados dentro del área de los Volcans d’ Olot, merece la pena visitar sobre todo el «Volcà de Santa Margarida» – volcán de Santa Margarita- siendo uno de los más conocidos y visitados. Sitaudos al pie de la carretera de Olot a Santa Pau veremos un indicador que nos conduce a un aparcamiento al aire libre. A partir de allí es seguir las indicaciones -muy bien señalizado y apto para todo tipo de personas- A nivel geológico es de origen estromboliano, pero las últimas erupciones de tipo freatomagmático provocaron un cráter perfectamente circular -ocupado hoy por un prado alpino rodeado de bosque mediterráneo y caducifolio- y la ermita románica que da nombre al volcán -construida con toda probabilidad sobre un lugar de culto precristiano- con la talla románica de Santa Margarida de la Cot.

Igualmente merece la pena visitar los contiguos volcanes de «El Croscat» -de tipo estromboliano y con el cono más grande de la península ibérica, con 160 metros de altura- En su ladera encontraremos el centro de información de «Can Passavent» con una exposición sobre la restauración del volcán tras rodear el antiguo vertedero hoy sellado. En el flanco Norte del volcán, un camino baja suavemente hasta el aparcamiento de can Serra. En el Área de Can Serra se cruza el paso subterráneo y se bajan unas escaleras que nos permiten ir directamente al acceso a «la Fageda d’en Jordà«. Como referencia, justo antes y a mano derecha hay un monolito en memoria del poeta Joan Maragall.

Cercanos al mismos tenemos los volcanes de «Garrinada» y «Montolivet» que a su vez se encuentran alineados una a cada lado del volcán de «Montsacopa«, dentro de la llanura que ocupa la ciudad de Olot. Es por esta razón que, subiendo al cráter del Montsacopa, se disfruta de las mejores panorámicas sobre estos otros volcanes. El volcán de las «Bisaroques» en cambio, se encuentra a media vertiente de la meseta de Batet y es más dificil de distingir. El de Montolivet y de las Bisaroques, a diferencia del de la Garrinada, son volcanes donde se puede acceder libremente hasta arriba. Recomiendo seguir un tramo de las rutas señalizadas dentro de la red de senderos de turísticos locales, a fin de acceder a ellos…

También merece la pena visitar la «Cova de les Feixes» -cueva de las terrazas- la cual, se encuentra localizado en un meandro de la Riera de Ridaura. Para dirigirnos a ella tenemos que ir al aparcamiento de la policía autonómica -Mossos d’ Escuadra- de la ciudad de Olot y desde allí seguir por la Avinguda de les Feixes hacia la «Deixaderia» -la traducción literal al castellano es «traperia«- Al llegar a un cruce de pistas forestales, debemos dejar la asfaltada y girar por la de tierra a la izquierda en dirección al barrio de «la Canya» 100 metros después, a nuestra derecha sale una senda, la cual para que nos sirva de referencia esta 20 metros antes de una puerta de corral de madera -a nuestra izquierda- Siguiendo la senda y cuando esta empieza a descender a nuestra izquierda, podemos ya ver la entrada Norte de dicha cueva, la cual es una cavidad de 17 metros consistente en un tubo basáltico formado por el vecino volcan de la » Garrigada«.


No presenta dificultad técnica alguna, teniendo la tradición de ser un lugar de iniciación y de contacto con el más allá… No obstante, es muy recomendable tener unas nociones básicas de espeleología y llevar una linterna y ropa sufrida, dado que hay tramos que tenemos que arrastrarnos entre el barro. Tiene un recorrido recto atravesando dicho meandro con dos bocas de entrada Norte & Sur respectivamente. Sin embargo, es conveniente no entrar en la misma si hay riesgo de lluvia en la zona o cercanías, debido al riesgo de inundación al poder desbordarse la Riera de Ridaura.

Para finalizar quiero añadir que la visita de dicha cueva nos permite -aparte de introducirnos en el maravilloso mundo de la espeleología- experimentar como transcurre el tiempo de forma diferente a la realidad cotidiana, siendo una forma no peligrosa de acercarnos a un estado alterado de conciencia…
Disfrutar de la excursión!!!
Nota: Desde esta página dejo constancia de mi agradecimiento a la SIE del Centre Excursionista Aliga de Barcelona, por haber facilitado la topografía y fotografías de la «Cova de les Feixes»
