Cuando tenía 13 años pude observar un fenómeno muy peculiar que se daba en la zona donde residía en aquella época y en donde comencé -prácticamente sin saberlo por aquel entonces- mi proceso de aprendizaje que ha conllevado a estas páginas…
Desde un collado que atraviesa la carretera de acceso al pueblo donde residía y justo antes de que iniciarse el descenso al mismo, todos los años por “Sant Llorenç” -San Lorenzo, el 10 de Agosto- la puesta de Sol se da entre la denominada “enforcadura” que separa las dos cimas del conocido pico Pedraforca -en tierras de la comarca del Berguedà , a unos 60 km más o menos- Al margen de la belleza y la espectacularidad, hay que añadir que su cima es una de las de más renombre tiene en la Geografía mítica, folclórica y misteriosa de Cataluña, con diversas tradiciones que recuerdan el paso de brujas y diversos seres míticos.
No obstante lo que realmente me llamo la atención en aquella época y sin saber exactamente el porqué, era el hecho de que debido a las circunstancias de la atmósfera de aquellos días -durante la tarde había caído una tormenta veraniega- justo cuando el Sol se ponía entre las dos cimas, pude ver como un rayo solar se extendía en dirección a la comarca y en casi línea recta se dirigía a los pies de un pequeño collado situado a media ladera de una montaña del territorio llamada “Cubell” el cuál abunda en tradiciones de hadas y demás seres mitológicos. El fenómeno me llamo muchísimo la atención dado que dicho rayo parecía un camino luminoso que se dirigía directamente allí, como indicando algo… En aquel entonces yo no había oído hablar “dels camins del Drac”, ni de los “leys”, ni del “Fen-Shui”, ni nada parecido… además ni tenía interés ni podía entender esos conceptos; no obstante ya sea por la sensación especial que me causo, mantuve el recuerdo vivo durante años, a pesar de que no le di más importancia de la que le da un pre-adolescente de la década de los 80 del pasado siglo, en relación a sus inquietudes personales…
Con el paso de los años y tras diversas visitas a los mismos lugares en diferentes horas, estaciones, etc.… me hizo ver que el lugar podía enseñarte diferentes aspectos del mismo que pueden cambiar en función de dichos parámetros… Así el andar, sentarse, estirarte, mojarte, mirar, etc.… junto con el contacto directo en la naturaleza realizando actividades de diversa índole, te hace ver un mismo lugar como una realidad cambiante. La experiencia que he relatado junto con las visitas posteriores a lo largo de mi vida me han hecho ver que existe una asociación entre el horizonte del día citado – la puesta de Sol en San Lorenzo- y determinados elementos de la orografía o determinadas construcciones humanas, señalando los mismos elementos determinadas direcciones; todo ello fruto del estar, ver, sentir y experimentar en el lugar…
En la misma zona existen diversas construcciones antiguas – ermitas, cromlechs, etc.…, algunos de ellos sin ni siquiera una prospección arqueológica hasta la fecha – que se encuentran sospechosamente de forma deliberada para crear un sistema de intervisibilidad en unas fechas y periodos determinados. Es decir que el fenómeno de intervisibilidad no sería un simple reflejo de proximidad con respecto la línea del horizonte o determinadas fechas, sino que incluso influyen en cambios muy sutiles del lugar, especialmente en paisajes de carácter ceremonial o monumentos megalíticos y ermitas románicas, realzando la existencia de una geometría sagrada de carácter geomántico y siendo posible percibirlo, si el/la observador/a esta dispuesto en sumergirse en la percepción del lugar, el estudio de su topografía y la disposición de los mismos con respecto a estos dos factores….
¿Cómo conseguirlo? ¿Cómo poder acceder a este conocimiento? Aparentemente la técnica introductoria es sencilla: se trata de realizar visitas prolongadas o frecuentes a un mismo enclave y mostrarse receptivo a la visión de lugar o paisaje y lo que él nos transmita… No obstante, inmediatamente encontramos las primeras dificultades que podemos resumirlo en dos partes: 1) la falta de una técnica o metodologías que nos permitan adquirir conocimiento y destreza y 2) la condición humana de prejuzgar y restringir inconscientemente la información que nos pueda ser revelada. En el primer caso obviamente se trata de seguir un modelo de aprendizaje determinado -el que creamos más idóneo- y que desde estas líneas intento transmitir a un nivel básico de iniciación en función de la filosofía Ecland, pero con la segunda parte, cabe hacer un esfuerzo más grande a fin de llegar a eliminar según que prejuicios realizamos… de hecho no hay una técnica concreta general, sino que cada persona debe buscar la suya particularmente y no es descartable que en ocasiones podamos encontrarnos situaciones que nos hagan plantearnos si necesitaríamos previamente acudir a una consulta psicológica. Como término muy genérico y desde estas líneas recomiendo que no nos centremos en buscar restos de alineamientos astronómicos, “energías” y estados alterados de conciencia, sino que nos centremos en la sencillez y lo que nos transmite el lugar y porque creemos en las conclusiones que extraigamos…
MI PROPUESTA METODOLOGICA: LA ESCUELA DEL BOSQUE
Durante toda mi trayectoria relacionada con el medio natural -tanto como docente, como técnico de actividades de montaña, militar y Ecland- he tenido un denominador común: el contacto directo con la Tierra y especialmente con las zonas boscosas en donde me crie y adquirí los conocimientos hereditarios relativos a esta filosofía. Como resultado y a lo largo de los años he desarrollado una metodología de trabajo -con sus respectivos centros de interés y actividades relacionadas- centrada en el bosque como recurso educativo que nos acerque a la esencia de la naturaleza de forma afectiva, lúdica y práctica… despertando una sensibilidad especial que nos permite interactuar con los lugares sin prejuicios iniciales. Resumiendo, se trata de un aprendizaje no lineal, atemporal continuo -no hay una temporización rígida, solamente a la hora de programar algunas actividades- y adaptable a las necesidades del colectivo en cuestión. Creo firmemente que responde a una especie de asignatura imprescindible de la vida, la cuál que nos plantea diversas paradojas y contradicciones con respecto a otros modos de enseñanza a distancia, en aulas o a través de técnicas de corte “new age”. De hecho, un bosque se nos muestra con respecto a los puntos cardinales -Norte, Sur, Este, Oeste o por donde sale y se pone el Sol, nos estamos situando de un modo real en un territorio inequívoco con sus asociaciones, peculiaridades y percepciones…
Ejemplo de actividad 1: Enseñanzas a la sombra del árbol
Desde la más remota antigüedad, diversos templos y espacios sagrados se instauraban al pie de árboles sagrados y al abrigo de bosquecillos que tenían esta consideración. Por ejemplo, el filósofo Platón fundó su célebre academia en el bosque sagrado donde había sido enterrado Academo. Por otro lado, algunos estudios científicos han demostrado recientemente que los árboles juegan un papel beneficioso sobre personas enfermas, especialmente en aquellas con enfermedades o patologías mentales…
¿Que pretendo con este comentario? Por un lado ver como la pedagogía de la libre enseñanza y del tiempo libre, no es un invento de principios del siglo XX sino que nos ha acompañado desde la más remota antigüedad en los entornos rurales, mientras que por otro lado hacer ver al lector/a que la filosofía, como forma de pensamiento personal y como forma de interacción con nuestro entorno social, moral, espacial y temporal, junto con la literatura y la existencia de árboles o bosques; ha tenido una estrecha relación, con el estudio y experimentación de aspectos como la biología, el medio ambiente, el humanismo, las letras y el intercambio de ideas y pensamientos, siendo los bosques un escenario idóneo y ejemplar para el intercambio en dichos ámbitos, al tiempo que nos permite experimentar sensaciones agradables y terapéuticas -por ejemplo la brisa meciendo las hojas de los árboles una tarde de verano, o la interacción entre aves y copa del árbol- Además habitualmente se crea un clima de tranquilidad y entendimiento recíproco que favorece las actividades humanísticas y la observación inconsciente del entorno.
Ejemplo de actividad 2: El árbol del nacimiento
Se trata de una actividad & experiencia para compartir en familia, amigos o comunidad, fortaleciendo precisamente los lazos de la misma y favoreciendo la receptividad e interactividad con las sensaciones, el medio y la naturaleza -tanto la misma como la naturaleza humana- Consiste en plantar un árbol en un evento importante para nosotros -por ejemplo, el nacimiento de un@ niñ@, el cuál continúa creciendo y sirve de referencia a la persona “hermanada con el árbol”. Me atrevo a afirmar que esta tradición permite una predisposición al acercamiento de la Naturaleza mediante las sensaciones, especialmente de niñ@s, los cuales, en infinidad de casos, acaban siendo los árboles plantados en una referencia para los mismos y los descendientes que continúan manteniendo la memoria viva de la persona para quién se plantó. Este tipo de relación establece un lazo muy hondo con el lugar donde se planta, sus sensaciones, la Tierra y como no, el propio árbol…
He aquí tenemos dos ejemplos sencillos de metodologías de trabajo cuyo objetivo es facilitar la abertura y experimentación de las sensaciones del lugar, abriéndonos la percepción de forma sencilla y evitando las restricciones inconscientes y la creación de elementos que prejuzguen nuestra interacción. Las actividades y/o centros de interés podemos basarlas en las facilitadas en esta obra, pero recomiendo siempre que desarrollemos nuestras propias capacidades didácticas, utilizando sobretodo creatividad o elementos como los juegos, exploraciones, etc.… a fin de ser lo más objetivos posibles, acorde con nuestra forma de ser…. Un único apunte al respecto: para poder sentir y ver el aspecto “geomántico” de un lugar determinado, cabe tener en cuenta que en nuestra idiosincrasia de nuestra civilización, la relación con el “patrimonio” arqueológico, etnográfico e histórico pasa por alto el hecho de que el paisaje que rodea un monumento ceremonial, constituye parte integrante del mismo; es decir el lugar y el entorno no pueden separarse, sino que en esencia constituyen un sistema y nuestro pensamiento al respecto ha de incluir dicho concepto o visión, a fin de poder interactuar, tal como vengo transmitiendo desde esta web.
UN EJEMPLO DE CONEXIÓN MEDIANTE EL ESTAR, VER, SENTIR Y EXPERIMENTAR: MEGALÍTOS Y SU CONEXIÓN CON LA TIERRA Y LA AGRICULTURA…
Se ha escrito mucho sobre las posibles formas de religiosidad a partir del Neolítico y su vinculación con la aparición de la agricultura y los matriarcados como primera forma sociocultural y de religiosidad…. En la Rama Dorada de Frazer -1922- ya se menciona la conexión del grano -trigo, cebada, sorgo…- con la diosa que representa a la Madre Tierra, vigente sobre todo en las tradiciones mediterráneas y del Norte de Europa -donde la última gavilla tradicionalmente se conocía por el nombre de Gran Madre- No obstante al margen de las creencias y esquemas de valores que tengamos hay una forma sencilla de ver una conexión entre dichos lugares y el concepto de la cosecha… una conexión que es observable de la forma más sencilla, siguiendo el planteamiento de esta entrada… Se trata de la observación directa de diferentes enclaves en diferentes épocas del año -claro está acompañado de las sensaciones que nos transmite- y curiosamente podemos observar que diferentes conexiones geométricas entre diferentes enclaves y especialmente de modo visual, vemos que se interrumpen cuando las cosechas están crecidas a punto de la siega, o la hierba montana está en un tamaño considerable. Evidentemente ello también conlleva a una repercusión practica para un hipotético agricultor/a ya que la cosecha alta impide ver un determinado enclave con respecto a otro -tengamos presente que las variedades de cereales cultivadas en el Neolítico alcanzaban mayor altura que las actuales, creadas para poder cosecharse en varias cosechas anuales y por medios mecánicos-
Otro fenómeno singular y que llama la atención es el hecho que al amanecer de determinadas épocas -normalmente finales de primavera y principios de verano- se crea un efecto surrealista mediante la luz del Sol naciente y los campos de cultivo dorado -habitualmente trigo- Al reflejarse en según qué megalitos, ermitas o restos arqueológicos, vemos que estos proyectan una sombras determinadas y en lo alto de la misma aparece un resplandor, contrario al del Sol. Cuando nos movemos, el resplandor también se mueve como si el mismo tuviera inteligencia propia y nos siguiese… Sin embargo, en este caso sí que hay una explicación coherente que no obstante no deja de crear un ambiente cuasi mágico…. Se trata de un efecto que los montañeros hemos observado muchas veces y que recibe el nombre de “Espectro Brocken” . Para entenderlo: si te sitúas junto con dos montañeros en lo alto de una cima al amanecer y si la misma tiene una nube en el lado contrario al Sol naciente, veremos solamente dos sombras y no tres. Eso es debido a un efecto refractivo en las gotitas de vapor de agua de la nube, creando un efecto de aureola en ocasiones. Por este mismo motivo la sombra de un determinado enclave tendrá un resplandor en su parte superior que variará en función del punto de observación, pareciendo que se mueve y nos sigue.
En la zona donde me crié -en gran parte del territorio cubierto por bosques y prados alpinos, pero limítrofe con una gran llanura interior catalana- se da y se ha dado siempre un curioso fenómeno que en los últimos años se ha hablado extensivamente y que ha dado fruto a toda una serie de teorías rocambolescas y hasta de algunas películas de ciencia ficción: la aparición de diversos círculos y formas geométricas en el paisaje y concretamente en los campos de cultivo. Al margen de la extensión y de la originalidad de alguna de estas formas, llama la atención al observarlas detenidamente que las plantas situadas dentro de dichas figuras, aparecen arremolinadas siguiendo o bien la dirección de las manecillas del reloj, o bien la contraria, pero siempre en un mismo sentido, dobladas a ras de suelo, pero sin romper los tallos. Actualmente todavía no se ha encontrado una explicación coherente a dicho fenómeno.
Como podéis ver determinadas observaciones en determinados momentos, nos sirven para sentir y experimentar las sensaciones que nos proporciona el lugar en cuestión y su interacción con el paisaje; no solamente desde un punto de vista de recogida de información y de elementos para interpretar un mensaje determinado, sino también para observar la dimensión mítica del mismo y su interacción emocional con las personas que construyeron, utilizaron o habitaron en el lugar, su dimensión sociológica y psicológica, su percepción del tiempo mítico y la magia vinculada a su sistema de creencias…
Ecland Sabiduria Ancestral 